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Gestión del suministro de energía: precios y plazos

Escrito por Alfonso Cánovas | 01-abr-2021 14:32:00

 

"Espejito, espejito... ¿cuándo será el precio más bajo en todo el reino?" Cualquiera que tenga que elegir el momento adecuado para fijar el precio de su suministro probablemente desearía la ayuda del espejo mágico (o la bola de cristal) para adivinar el momento exacto en que los precios están en su punto más bajo y ahorrar en gastos de electricidad y gas.
Cada cliente tiene su propio método para elegir un proveedor y un contrato de suministro, así como la época del año para fijar el precio fijo o hacer una fijación. Algunos lo hacen en un mes determinado, otros tienen que hacerlo necesariamente en una época del año, otros esperan a que el mercado esté en un determinado nivel de precios. Sea cual sea el método, la posibilidad de fijar el precio en el momento de mínimo precio es relativamente baja, si se tiene en cuenta todo el año anterior a la oferta, y se necesita una buena dosis de suerte para conseguirlo. ¿Cómo hacerlo?
Sin magos ni adivinos, es realmente complicado predecir el momento exacto en que el mercado estará en el nivel más bajo de todo el año, pero hay algunos métodos que ayudan a la correcta gestión de un contrato de suministro.

Un ojo en el mercado

Sin duda, un método eficaz para aumentar las posibilidades de éxito de la operación es el análisis del mercado. Poder entender lo que ocurre en los mercados mayoristas, cuál es la dinámica de los precios y qué elementos fundamentales guían a los operadores, permite a los clientes tomar decisiones basadas en elementos concretos. Ser capaz de hacer previsiones razonablemente precisas, apoyadas por el análisis, ayuda no sólo a aumentar la confianza con la que se hace una elección, sino también la probabilidad de una elección correcta.
Sin embargo, no todos los clientes tienen la posibilidad de dedicar recursos al análisis de los mercados mayoristas de gas y electricidad, por lo que a menudo es necesario encontrar fuera las competencias necesarias para apoyar estas elecciones. Atención, porque a pesar de la precisión del análisis y de los esfuerzos realizados, el éxito de la previsión puede no estar garantizado al 100%.
En primer lugar, es necesario definir un intervalo temporal en el que optimizar el momento de la elección del precio. El esfuerzo necesario en la elección del mejor momento para fijar el precio en todo el año antes de que se produzca el suministro o en el mes de octubre es definitivamente diferente. En enero es realmente difícil saber con certeza cómo van a evolucionar los precios en el transcurso del año hasta diciembre (¿podría alguien haber predicho la epidemia de coronavirus en enero?), mientras que a principios de octubre es más razonable poder predecir, con buena precisión, la evolución de los precios a lo largo del mes. Además, a pesar del análisis, lucidez, profesionalidad y experiencia, el mercado no siempre se mueve sobre la base de elementos totalmente predecibles. Un ejemplo es la epidemia de este año (que llevó al petróleo y al gas natural a mínimos históricos), pero hay muchos episodios, elementos e información que pueden provocar una subida (o una bajada) difícil de predecir.
Sin duda el análisis de los mercados, realizado en casa o en outsourcing, contribuye a tomar decisiones racionales, basadas en elementos concretos, y disminuye el riesgo de estar desprevenido y a merced de los acontecimientos. Frente a lo imprevisible, conviene gestionar de la mejor manera la situación, reaccionando inmediatamente y adaptando la optimización de la oferta al nuevo escenario de los precios.

Diluir el riesgo

Los que han ido al casino al menos una vez en su vida saben que apostar a un solo número en la ruleta (all in) permite ganar, si se acierta, cantidades importantes. Sin embargo, apostar a 4 ó 6 números a la vez, si por un lado disminuye las posibles ganancias, por otro lado aumenta las posibilidades de acertar el número ganador.  

Del mismo modo, es posible diluir el riesgo de cometer errores a la hora de fijar el precio del suministro propio optando por realizar fijaciones progresivas durante el año, gestionando el contrato de precio variable en lugar de solicitar un suministro a precio fijo.

Al igual que con la ruleta, existen los mismos pros y contras. Elegir un precio fijo para todo el suministro te permite, si sabes acertar, asegurarte el suministro al menor precio posible (o casi). Pero, por otro lado, si se fija el precio en el momento equivocado, toda la oferta será mucho más cara.

En cambio, hacer fijaciones progresivas a lo largo del año permite disminuir el riesgo de que el momento sea erróneo al promediar los precios de las diferentes fijaciones. Si algunas fijaciones se realizan cuando los precios son muy altos, otras fijaciones de menor precio disminuirán el impacto de las malas elecciones.

Por tanto, la dilución del riesgo ayuda a los clientes a gestionar sus compras de forma racional y prudente, y las decisiones, acertadas o no, tienen un impacto inmediato en los volúmenes totales.

 


 

En la práctica

 

La gestión de la oferta mediante herramientas puede, por tanto, beneficiarte tanto por el seguimiento y análisis de los mercados como de un enfoque prudente de la fijación de precios. La combinación de ambas prácticas es claramente el enfoque más racional y coherente posible, y la mayoría de los clientes obtienen así no sólo un suministro de energía en condiciones económicas más ventajosas, sino también un mejor control de los riesgos. Por lo tanto, nadie tendrá el famoso espejo mágico, pero la gestión correcta del contrato de suministro es posible incluso sin magia.