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Estrategias de fijación de precios en el mercado eléctrico

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2021 va camino de quedar señalado y subrayado en los libros de historia del mercado eléctrico español. Y, por desgracia para nuestros bolsillos, no será por un precio medio bajo de la electricidad.

Tras un comienzo de año en el que nuestro “pool” fue objeto de múltiples análisis debido a los efectos del fenómeno meteorológico conocido como “Filomena”, cuya tormenta perfecta de efectos llevaron al precio de la electricidad española a alcanzar su máximo histórico, la situación no ha mejorado y los precios continúan más altos de lo que estábamos acostumbrados a ver para estas épocas del año. Ello indica que 2021, salvo sorpresa, se vaya a convertir en un año con un precio medio de la electricidad muy elevado.

Tabla precios OMIEFig. 1: Precios medios del mercado eléctrico. Fuente: OMIE, elaboración de Andrés Muñoz (INFOENERGÉTICA)

Pero ¿existe alguna manera de anticiparnos a esta volatilidad del mercado y poder obtener el mejor precio posible? Definitivamente, se trata de la pregunta universal en el sector dado que nadie cuenta con una bola de cristal. No obstante, sí existen formas de poder asegurarse el suministro eléctrico al menor precio posible fijando estrategias de contratación. Para ello es de vital importancia conocer, entre muchos otros factores, estos cuatro;

1. 2020 COMO APRENDIZAJE

Durante 2020, año atípico en todos los sentidos, la pandemia del covid-19 tuyo un efecto ostensible en el “pool”. La caída de la demanda energética provocada por una menor actividad productiva e industrial fue, sin duda, un determinante para que los precios del mercado cayeran y las renovables se convirtieran en las fuentes con más protagonismo en un mix energético que no requirió de tanta capacidad como en años anteriores.

Por lo tanto, y de Marzo a Agosto especialmente, podemos comprobar como los precios fueron inusualmente bajos a causa del motivo antes mencionado. Un precio medio de 33,96 €/MWh en el mercado fue un alivio para toda compra de materia prima en el “pool” y, casi con total seguridad, perjudicó a todos aquellos agentes que se abastecieron de energía eléctrica en el mercado a futuros (46 €/MWh de media, aproximadamente) aprovechando cotizaciones de 2020 que, una vez pasado el año, resultaron mucho mayores que esos 33,96 €/MWh.

A pesar de ello hay que ser conscientes de que ningún actor del sector, por mucha experiencia que tuviera en la compra de energía, habría podido preverlo. En consecuencia, no se puede considerar 2020 una referencia, pero si un aprendizaje. No poner todos los huevos en una canasta es una buena estrategia.

2. LAS RENOVABLES Y SU IMPACTO

En el proceso de casación de las ofertas de producción y demanda energética (ver figura 2), las tecnologías renovables eólica y solar fotovoltaica despachan en el mercado con prioridad ofertando a precios de 0 €/MWh o muy próximos. Esta incorporación al proceso de manera prioritaria frente a otras tecnologías consigue que, a mayor producción con ambas fuentes renovables, menor sea el precio final.

curvas agregadas de oferta y demandaFig. 2: Proceso de casación del precio de la electricidad en OMIE. Fuente: OMIE.

Este suceso es sumamente importante para la elaboración de estrategias de compra, dado que aquellos meses con mayor producción a partir de recursos naturales tendrán, como norma general, un menor precio de la electricidad y, por tanto, así se reflejará también en las cotizaciones en el mercado a futuros de la electricidad OMIP, en el que se cotizan productos por periodos anuales, cuatrimestrales, mensuales, semanales y diarios, principalmente.

3. EL PASADO COMO REFERENCIA

Cuando algo no se puede predecir, lo ideal es considerar históricos para poder acercarnos a la realidad. El mercado eléctrico es impredecible por varios motivos, desde la disponibilidad de recursos naturales, hasta la fluctuación de precios del CO2 (que en este mes de Abril ha alcanzado un récord de 45 €/t), pasando por la disponibilidad y precios de gas natural (en unos 20 €/MWh este mes), entre muchos otros.

Debido a ello, abastecerse de energía eléctrica en el “pool” durante los meses en los que históricamente éste es más económico, así como ajustar la compra a futuros a periodos cortos y cuyas cotizaciones sean interesantes a nivel estratégico de la empresa más que a nivel económico dada la impredecibilidad en el momento de la compra, será lo más adecuado.

4. COMPRAS A PRODUCTORES

El abastecimiento directo con productores para tener la seguridad de disponer de una cantidad de materia prima a un precio libremente pactado, beneficioso para el comprador, es una garantía de buena estrategia. De entre los mecanismos de este tipo de adquisiciones, especial importancia han cobrado en los últimos años los PPA (Power Purchase Agreement, por sus siglas en inglés), contratos de compra de energía verde que, además de garantizar un precio, mejoran los índices de sostenibilidad de las empresas y permiten ofrecer energía renovable, un “must” cada vez más importante para los compradores.

Entonces, ¿qué estrategia se puede seguir?

Es un error común intentar descifrar el futuro cuando, sobre todo en 2020, hemos comprobado que no sólo es imposible, sino inútil. Por ello, tanto para un consumidor como para una compañía eléctrica que quiere ofrecer el producto más competitivo posible, lo ideal es considerar la obtención de la materia prima (electricidad) de las tres maneras principales que existen; la compra en el “pool”, a futuros, y mediante la firma de contratos bilaterales y/o PPA’s.

Desde el lado del consumidor, siempre y cuando su nivel de consumo y capacidad de gestión lo permita, contar con un contrato indexado con la opción de aprovechar las ventanas de oportunidad del mercado a futuros es, sin lugar a duda, la mejor estrategia. Ello permitirá, especialmente si la situación no es atípica como en la actualidad, obtener electricidad más económica en los meses de mayor producción renovable (tal y como muestran los históricos) y asegurarse otra cantidad a precios futuros que encajen con las posibilidades económicas propias.

Desde el lado del comercializador, fundamental es tener una gestión y un seguimiento continuo, exhaustivo y profesional, de la evolución de todos los mercados, desde el eléctrico hasta el gasista. Para ello, incluso en comercializadoras cuya política está mucho más enfocada en ofertar precios fijos más “tradicionales”, la construcción de estas propuestas se puede optimizar comprando en OMIE, comprando en OMIP y adquiriendo la energía directamente de productores, en cuya negociación estará siempre la visibilidad del precio a largo plazo.

Sea como sea, analizando la evolución del mercado y con la entrada en vigor de las nuevas tarifas en Junio, que se traduce en una previsión al alza de las cotizaciones a futuro debido a su novedad, la necesidad de las comercializadoras de contar con una gestión óptima de la compra de materia prima en los mercados es cada vez mayor.


VER REPLAY oportunidades que ofrece la volatilidad del mercado energético

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