El 14 de julio de 2021, la Comisión Europea presentó el "fit for 55", es decir, la propuesta de las medidas de aplicación para alcanzar los objetivos ya declarados en el Green Deal, confirmando el ambicioso compromiso de reducción de emisiones (-55% para 2030 respecto a las emisiones de 1990) y estableciendo los diferentes ámbitos de intervención para lograr la reducción de los gases de efecto invernadero y el desarrollo de una nueva economía sostenible y verde.
En este contexto, el papel de las energías renovables será fundamental y el objetivo propuesto para la cuota de energías renovables en la combinación energética europea para 2030 es de al menos el 40%.
Esto significa que en los próximos años deberíamos ver un nuevo aumento del número de plantas renovables instaladas en toda Europa para que los distintos países puedan cumplir sus objetivos nacionales propuestos.
Si bien el aumento de la cuota de las energías renovables contribuirá sustancialmente a reducir las emisiones de la producción de electricidad, también tendrá una serie de consecuencias para los precios de la electricidad y el gas natural.
Dependiendo de la presencia o ausencia de sol o viento, la gama de valores que veremos en los precios spot podría ampliarse y la volatilidad aumentar. En las horas o días en que la producción eólica o fotovoltaica sea especialmente abundante, es probable que los precios al contado estén deprimidos, a menudo cerca de 0 en las temporadas de menor demanda o incluso, como ya ocurre en Alemania, podrían ser negativos.
Por el contrario, la falta de generación a partir de fuentes renovables no programables requerirá un gran esfuerzo de las centrales programables (tendentes a las centrales hidroeléctricas y de gas natural) para llenar el vacío y equilibrar el sistema eléctrico de los distintos países.
La dependencia masiva del gas como fuente de generación y equilibrio de la demanda, debido a sus características flexibles y programables, hará que las centrales eléctricas de carbón sean cada vez menos competitivas, por un lado, pero contribuirá a que los precios se disparen en las horas o días en que falte la producción de las fuentes renovables no programables. En resumen, podemos esperar una gran volatilidad en los precios al contado y grandes diferencias de precios entre las horas en las que la producción de fuentes renovables no programables es abundante y aquellas en las que no lo es.
Los productos a plazo más cercanos, en particular los meses y semanas anteriores, también se verán más afectados por la volatilidad debido a las expectativas de las previsiones de producción renovable. Ya hoy, especialmente en Alemania y los países nórdicos, donde los parques eólicos instalados representan una gran parte de la producción de electricidad, las previsiones eólicas hacen que los precios de las curvas a corto plazo suban o bajen de forma bastante repentina.
Es probable que esta dinámica se repita de forma acentuada en toda la zona europea, aumentando la volatilidad de los precios en la curva a corto plazo de el day ahead otro y el month ahead.
A medida que aumenten las instalaciones fotovoltaicas, el impacto más evidente en los precios podría ser una disminución del diferencial entre los precios en horas punta y fuera de ellas. Si bien es cierto que las horas nocturnas y de fin de semana suelen tener precios más bajos debido a la menor demanda, el aumento de la producción fotovoltaica podría disminuir los precios en las horas centrales del día (pico) y, a la inversa, la falta de ella por la noche podría aumentar el precio, reduciendo el típico diferencial de precios entre las horas "pico" y las horas no pico del día.
El papel del gas natural en la transición energética y el desarrollo de las energías renovables será indispensable. Cuanto mayor sea la proporción de las fuentes renovables no programables, mayor será la necesidad de recursos flexibles y programables para cubrir los huecos que queden. El gas natural, por tanto, tendrá un papel complementario al de las fuentes renovables no programables y el efecto sobre los precios podría ser múltiple.
Si, a igualdad de demanda de electricidad, la cuota de renovables es mayor, la demanda de gas para uso termoeléctrico podría disminuir, calmando en parte los precios, pero, por otro lado, la demanda puntual para el equilibrio de la red podría provocar un aumento de la volatilidad y, en consecuencia, mayores fluctuaciones de precios en el mercado diario.