Se dan por sentados, parecen insignificantes y sin embargo son muy peligrosos.
Los mitos son conceptos erróneos, falsos, y caer en su trampa puede acarrear un gasto considerable. Lo más probable es que la gestión energética se perciba como muy compleja debido a las creencias y convicciones erróneas que pesan sobre las decisiones de los gestores de energía. Nos preguntamos cuáles son los errores más comunes que se pueden cometer en fases delicadas como la finalización del contrato o la elección de la estrategia de precios. Hemos seleccionado cinco de los tópicos más insidiosos y comunes a los que hay que prestar atención.
Se subestima la importancia de las cláusulas de los contratos de suministro de energía. Sin embargo, hay cláusulas que son cruciales para la evaluación del contrato. A menudo los únicos elementos en los que el cliente centra erróneamente su atención cuando tiene ante sí un contrato de suministro son la cantidad y el precio, mientras que las condiciones generales se subestiman. Ocurre que las condiciones especiales, aunque son negociadas, son consideradas como lo único importante y nunca son leídas junto con las condiciones generales, aunque sean parte integra de ellas, siendo un acto modificatorio y complementario.
Por ejemplo, la renovación tácita de las condiciones generales, las condiciones de pago y la notificación de terminación del suministro y otras condiciones. Ignorar estos puntos en el contrato puede desencadenar en gastos considerables, así que asegurate de tener claras todas las obligaciones del contrato que firmes.
Mucha gente piensa, de manera incorrecta, que "la propuesta comercial más adecuada es la que asegura el mayor ahorro en el precio de compra". Para lograr un ahorro significativo ten una cosa en mente: ¡El precio por sí solo no es suficiente! La verdadera buena elección viene por la evaluación de la calidad de la oferta del suministro de energía. Se consigue a largo plazo, con la mezcla adecuada de servicios recibidos y costos.
Para la presentación de datos, tenemos que superar la creencia de que si es digital es menos seguro enviar información a los proveedores.
La tecnología digital no sólo permite acelerar el envío de una solicitud de oferta (RFO), sino que, por el contrario, hace que este proceso sea más seguro, más transparente, menos complejo y mejor organizado.
Por lo tanto, la tecnología digital no debe ser vista sólo como una comodidad, donde se puede obtener cualquier respuesta, en el menor tiempo posible, sin invertir demasiado esfuerzo. También es un espacio seguro, porque facilita y hace más segura la transferencia al proveedor de toda la información que será necesaria para recibir una oferta personalizada para un contrato de suministro energético.
Elegir un contrato de precio variable es arriesgado, sobre todo cuando no se tiene el conocimiento del mercado o no se tiene el tiempo suficiente para dedicarse a él. Quienes dicen estar en contra de los contratos indexados suelen enfrentarse a tres tipos de problemas:
Mucha gente tiene la idea equivocada de que para presupuestar su suministro energético, la única opción es tener un contrato de precio fijo. En realidad, también es posible prever un cierto presupuesto a través de un contrato de precio variable. Sin embargo, para tener una previsión presupuestaria fiable es necesario haber hecho todas las fijaciones del contrato indexado, hasta llegar al 100% del volumen consumido en el momento del cálculo del presupuesto.
Como todos los tópicos, también éstos sobre los contratos de energía esconden un fondo de verdad, para ello es necesario hacer una valoración sobre la veracidad de los hechos, pero lamentablemente poca gente los pone en duda.